¿Tienes idea de qué son los codecs de audio? Estar en contacto con ellos e incluso utilizarlos a diario no implica necesariamente conocerlos. Pero es importante recordar que son vitales para que todo funcione como debe.
¿Sabías que un codec incorrecto puede alterar el funcionamiento de tus llamadas VoIP? De hecho, no elegir bien los codecs puede afectar a su calidad, así como el consumo de banda ancha.
Una forma sencilla de definir qué son los codecs de audio es explicar que son programas para digitalizar grabaciones o archivos de voz.
Cuando grabamos una pista de audio es habitual que se alcancen tamaños excesivos. Y esto sucede porque las técnicas utilizadas implican capturar la mayor cantidad posible de datos. Lo cual podría considerarse positivo, dado que esas grabaciones van a ser más completas. Aunque lo cierto es que esta práctica tiene también su parte menos buena: muchas veces es difícil manejar los archivos resultantes.
Pero por suerte para todos, llegados a este punto es posible subsanar este problema porque entran en juego los codecs.
En realidad, su nombre ya puede tomarse como definición. Porque, como resultado de la suma de los términos codificar y decodificar, ya nos ofrece una pista sobre la tarea de los codecs de audio.
En primer lugar, codifican la información utilizando algoritmos y operaciones matemáticas bastante complejas. De tal forma que logran disminuir el tamaño del archivo, consiguiendo además aportar información adicional.
En segundo lugar, se ocupan de decodificar esa información. Y lo hacen transformándola en un mensaje entendible, y lo más parecido posible al audio original.
Atendiendo a esta explicación, seguramente ahora tienes más claro qué son los codecs de audio y el por qué de su importancia para realizar llamadas VoIP. Porque, como seguramente sabes, estas comunicaciones se realizan convirtiendo la voz en paquetes de datos que luego se envían a través de Internet. Y estos audios pueden codificarse y decodificarse, comprimirse y descomprimirse, gracias a los codecs.
Los codecs pueden ser de video o audio. Y en esta última tipología también se incluyen distintas variantes, las cuales pueden diseñarse para incidir sobre un factor o una ventaja determinados. Así, algunos pueden lograr una mayor compresión pero quizás con la desventaja de obtener una menor calidad del audio, mientras que en otros puede ocurrir lo contrario.
En cualquier caso una primera diferenciación puede centrarse en distinguir:
Para especificar qué calidad tiene una transmisión se utiliza el término Mean Opinion Score (MOS). El mismo supone una medida que hace referencia al ancho de banda mínimo necesario para que exista una calidad suficiente. Y esa capacidad se cuantifica en kilobits por segundo. De esta forma, cuanto mayor es este término, la calidad del sonido de la llamada también mejora.
Algunos codecs de audio utilizados actualmente son el G. 711 (64 kilobits por segundo) y el G. 722. El primero se usa como una medida estándar en la telefonía digital. Y el segundo, conocido como Wide Band, ha surgido como una alternativa para soportar mayor cantidad de información por segundo, ocupando casi lo mismo que su predecesor. Por ello suele aplicarse en la llamada telefonía móvil de tercera generación.
En NFON utilizamos estos codecs, por ser los que mayor calidad de audio ofrecen, además de suponer más ahorro en ancho de banda y acumular menor cantidad de retrasos.
El consumo de ancho de banda ha sido tradicionalmente una gran preocupación a la hora de escoger los codecs para el manejo de la voz sobre Internet. El uso de códecs como G.723 o G.729, con grandes tasas de compresión, ha sido habitual en los sistemas de telefonía IP a pesar de la pérdida de calidad e introducción de retardos que implican, debido precisamente a esa preocupación.
Hoy en día sin embargo el ancho de banda no es, en general, tan preocupante como era antes. En poco tiempo hemos pasado de tener enlaces de 2 ó 10 megabits por segundo , a enlaces de 600 megabits por segundo en nuestras propias casas, de modo que gracias a las infraestructuras de comunicaciones actuales es preferible optar por sistemas de mayor calidad, capaces de sacar partido a las velocidades y capacidades actuales, y de ofrecer una mucho mejor experiencia al usuario.
Como ya hemos mencionado, la calidad de una llamada VoIP está directamente relacionada con los codecs de audio. Y cuando se ejecuta la conversión del audio original a un paquete de datos, esta puede realizarse manteniendo prácticamente intacto el original. Lo cual implica una menor compresión pero un mayor consumo de ancho de banda.
Existen ciertos codecs especialmente indicados para las llamadas VoIP, que permiten conservar una gran calidad a la vez que no se consume mucho ancho de banda, como los codecs G.711 y G.722 que utilizamos en NFON.
En NFON estamos preparados para aconsejarte y ofrecerte una calidad óptima para realizar tus llamadas VoIP.