Si alguna vez has intentado calcular qué ancho de banda VoIP necesitas en tu organización para implantar tecnología de voz sobre IP puede que te hayas encontrado con fórmulas como “ancho de banda = tamaño total del paquete * (tasa de bits del códec / tamaño de carga útil de voz)”. La evolución de la tecnología de acceso a Internet en España ha eliminado en la práctica la necesidad de un cálculo tan cuidadoso como el que era necesario hace años.
En muy poco tiempo hemos pasado de las antiguas tecnologías con muy limitado ancho de banda al uso casi universal de la fibra óptica. No en balde, este verano hemos superado los 12 millones de líneas de fibra óptica en España según ha publicado la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. Además, y tal como recoge una investigación reciente, somos unos privilegiados al estar entre los diez primeros países del mundo respecto a las velocidades de transmisión.
La importancia del ancho de banda y otros factores en VoIP
Hay varios conceptos que debemos tener presentes a la hora de considerar el uso de la voz sobre IP.
El ancho de banda
El ancho de banda es el factor más conocido, pero con frecuencia se ignora el hecho de que algunas tecnologías de transmisión actuales son asimétricas (ofrecen capacidades distintas en un sentido u otro), incluyendo algunos servicios ofrecidos de fibra y principalmente las tecnologías móviles.
En cualquier caso, las capacidades mínimas ofertadas en el mercado ofrecen en general lo necesario para la mayoría de los usos, aunque se recomienden enlaces simétricos cuando el uso de la voz sea significativo.
La importancia de disponer de un buen ancho de banda es simple: a mayor ancho de banda, mayor número de conversaciones simultáneas podemos mantener en una línea. Las capacidades actuales además han permitido no necesitar el “truco” usado anteriormente de rebajar la calidad de la voz mediante su compresión con pérdida de información (calidad). Hoy en día el uso de codificaciones de voz de baja calidad es ampliamente desaconsejado y está en desuso.
El ancho de banda es el factor más conocido, pero con frecuencia se ignora el hecho de que algunas tecnologías de transmisión actuales son asimétricas
La latencia
La latencia mide el tiempo que un dato tarda en llegar desde su origen a su destino. Evidentemente esto depende de la velocidad de la línea (en cada uno de sus tramos), pero también de la distancia, de modo que a misma velocidad de línea, la latencia será mayor entre Valencia y Hong Kong, que entre Barcelona y Sabadell.
En transmisión de voz, se define el límite de 150 ms para poder tener una buena calidad de comunicaciones. Por encima de este valor, se produce un efecto desagradable al oído de retardo en la voz, que puede hacer que “nos pisemos” al hablar con nuestro interlocutor.
El jitter
El jitter mide, en forma de porcentaje, la variación de la latencia durante la duración de una llamada, ya que por desgracia esta no es constante. El valor ideal sería mantenerla por debajo de un 1 %, ya que si lo supera los sistemas deben descartar paquetes de voz para poder “mantener el ritmo de la conversación”.
La pérdida de paquetes
El último factor significativo es la pérdida de paquetes, e influye en gran medida en la calidad percibida de las transmisiones de voz sobre IP, y debe mantenerse idealmente por debajo de un 1 %. En ese umbral, y dado que las conversaciones siempre tienen un contexto, el cerebro humano es lo suficientemente “listo como para inventarse” lo que falta sin que nos demos cuenta del problema. Por encima de ese umbral, percibimos cortes mayores o menores en la voz.
Por fortuna, hoy en día es muy fácil verificar todos estos factores antes de comenzar a utilizar tecnologías de voz sobre IP, ya que hay multitud de servicios en Internet que, mediante la ejecución de pruebas en cualquier navegador, nos indican si nuestra conexión es válida o no, y hasta dónde podemos llegar con ella.
Sin embargo, es importante utilizar herramientas específicas para la voz, ya que las generales suelen centrarse en el ancho de banda y obviar otros factores significativos. Es igualmente recomendable utilizar herramientas alojadas en nuestro propio proveedor del servicio de voz si dispone de ellas.
¿Qué ancho de banda necesitas en tu empresa?
En base a todo lo presentado en los párrafos anteriores, hoy en día para saber qué ancho de banda necesitamos podemos hacer una simplificación muy realista, que consiste en saber cuántas conversaciones simultáneas queremos mantener, y multiplicar ese dato por 100 kilobits por segundo (kbps), que es aproximadamente el ancho de banda que consumiremos por cada conversación simultánea manteniendo una elevada calidad de voz.
Ancho de banda necesario = conversaciones simultáneas x 100 kbps
El número de conversaciones simultáneas es un parámetro dependiente de las necesidades del negocio y no de factores técnicos, por lo que es muy variable. Podemos pensar que en entornos típicos de oficina no más de entre un 10 % y un 20 % de los usuarios están usando el teléfono a la vez. Para un entorno de contact center, sin embargo, lo lógico es asumir que el 100 % de los usuarios lo estará haciendo.
Otra aproximación que podemos hacer es la inversa, verificando con nuestro circuito actual hasta dónde podemos llegar. Así por ejemplo, ejecutando un test de conexión sobre una fibra simétrica de 600 megabits por segundo (mbps), pero limitando el ancho de banda dedicado a la voz para dejar la mayor parte de este para el consumo habitual de Internet, obtenemos un resultado tal que:
Aquí podemos observar que incluso limitando el uso para voz a aproximadamente 8 mbps de los 600 disponibles, podremos gestionar un máximo de 55 conversaciones simultáneas con muy buena calidad, y verificamos además que los parámetros de jitter y pérdida de paquetes son correctos.
En el caso de tener previsto consumir soluciones de tecnología VoIP desde un terminal móvil, normalmente lo haremos consumiendo volumen de datos del total contratado. Actualmente, esto tampoco es un problema gracias a las capacidades facilitadas en general, ya que podemos asumir que dispondremos de más de 700 minutos de conversación por cada gigabyte consumido.
Hoy en día es muy fácil verificar todos los factores implicados antes de comenzar a utilizar tecnologías de voz sobre IP
Las estimaciones anteriores se refieren en todos los casos a comunicaciones de voz, para el caso de comunicaciones de vídeo -cada vez más frecuentes- el consumo de ancho de banda, aunque muy dependiente de múltiples factores, puede estimarse en el rango de entre 1 y 2 megabits por segundo para garantizar una buena experiencia de usuario.
En definitiva, el ancho de banda es un recurso fundamental para el buen funcionamiento de las comunicaciones basadas en voz sobre IP, pero gracias a las tecnologías de acceso a Internet actuales es muy sencillo disponer sin grandes costes de las capacidades necesarias, y muy sencillo verificar que no habrá problemas para su puesta en marcha.
Desde NFON y con nuestra solución de telefonía en la nube Cloudya, podemos ayudarte a disfrutar de todas las ventajas de las comunicaciones de voz sobre IP, así como de video gracias a la funcionalidad Meet&Share. Además, con nuestras herramientas de verificación de la conexión, podemos ayudarte a garantizar que tu conexión será capaz de soportar el servicio requerido de forma satisfactoria.