Tanto si trabajas desde una oficina, espacio de co-working o desde tu casa, estas reglas te ayudarán a hacer que tu trabajo diario sea más sostenible. Pero recuerda la regla más importante: optar por una solución sostenible no corresponde a una sola persona: cuantas más personas adopten estas conductas, mejor.
- Dí adiós al papel. Imprimir borradores, las copias dobles de los documentos y las revisiones obstruyen nuestras impresoras y crean montones de papeles para destruir. Es importante concienciarnos e imprimir solo lo estrictamente necesario. Los diversos borradores de un documento pueden almacenarse fácilmente digitalmente en su portátil o, mejor aún, en una nube compartida, y eliminarse fácilmente con un solo clic.
- Sé un referente para tus compañeros. Si trabajas en una oficina o en un espacio de co-working, puedes ser el promotor de iniciativas ecológicas y crear conciencia sobre los que trabajan contigo o cerca de ti. Puedes crear un "equipo de sostenibilidad" con otros colegas y fomentar protocolos comunes para la eliminación de residuos, el ahorro de energía o para los productos que se utilizan en la limpieza.
- Aprovecha al máximo la luz natural. Además de ser la solución más ecológica, también es la más apropiada para la vista. Simplemente orienta la silla y el escritorio de manera óptima e instala un buen sistema de cortinas ajustables. Cuanto más tarde enciendas la luz, mejor será para tu estado de ánimo y el medio ambiente.
- Cuida una planta de oficina. No importa si es grande o pequeña, una planta cerca de tu lugar de trabajo mejorará la calidad del aire a tu alrededor y te ayudará a recordar que hay un mundo maravilloso ahí fuera.
- Desconecta todo al final de tu jornada. Cuando haya terminado de trabajar, desconecta todos los enchufes que puedas. Además de ser un gesto liberador, ahorrará la electricidad que consumen las impresoras, los ordenadores o los cargadores de dispositivos móviles que quedan innecesariamente en espera o conectados a la red.
- Reduce el uso de plásticos. Deja de permitir que botellas desechables, vasos de chupito, cubiertos o platos llenen tu espacio de trabajo. Elige siempre vasos, platos y recipientes lavables y reutilizables para el agua o el café.
- Organizar unos cubos de reciclaje. Es fácil colocar varios contenedores de basura por separado (papel, plásticos, orgánico…), pero la mayoría de las veces, ya sea por pereza o por falta de reglas no lo hacemos bien. Por lo tanto, es importante que los cubos de reciclaje estén dispuestos todos juntos y las reglas de qué va en cada cubo se establezcan claramente.
- No a las “reunionitis”. ¿A cuántas reuniones innecesarias vamos cada semana? ¿Cuánto tiempo le dedicamos a nuestro trabajo para abordar un problema que podría resolverse con un simple correo electrónico? Las reuniones innecesarias también tienen un efecto en el medio ambiente: viajar en vehículos que contaminan, eventos improvisados que inevitablemente generan desechos y plástico y limpieza adicional al final del día. Optimiza los tiempos y establece reuniones con tu equipo de trabajo y clientes de acuerdo con horarios específicos. Las herramientas de comunicación como Cloudya permite celebrar conferencias telefónicas con el equipo sin necesidad de reuniones presenciales.
- Viaja de forma inteligente. ¿Cómo vas a trabajar todas las mañanas? ¿Alguna vez te has preguntado si estás optimizando recursos? Coger un coche compartido podría ser la mejor manera de ahorrar dinero y emisiones de CO2. Usa el transporte público o mejor aún, si puedes, alquila una bicicleta. Plantea el problema del transporte a tus colegas y crea una serie de opciones disponibles para viajar de manera sostenible.
- Relájate y respira. No subestimes el impacto de la contaminación acústica en tu productividad y tu estado de ánimo. Lo más óptimo es que exista una sala en tu espacio de trabajo, o una esquina, dedicada al silencio y la relajación. Puede ser un lugar para quienes practican la meditación o incluso simplemente para aquellos que necesitan un minuto para ellos mismos o descansar la vista.